Sarai Gascón es una de las deportistas españolas en activo más laureadas. Doble medallista en los últimos Juegos Paralímpicos de Tokio, Sarai fue estudiante de VITAE. Hemos hablado con ella y nos explica cómo, gracias a la modalidad semipresencial, pudo combinar los entrenamientos con los estudios y ahora puede cumplir otro de sus sueños: ser maestra.
Dice Emilio, su padre, que no tiene espacio en la pared para colgar tantas medallas de su hija. Y es que hay que tener una pared realmente grande para que quepan las 8 medallas olímpicas, 17 mundiales y 36 europeas que Sarai Gascón (Terrasa, 16 de noviembre de 1992) ha logrado a lo largo de su carrera. Eso, sin contar los numerosos metales que ha ganado en campeonatos de España y Cataluña. Y es que Sarai lleva desde los 9 años ganando premios. Cuando con tan sólo 3 años se tiró a una piscina, supo que de allí no saldría, que eso era lo suyo y que nada la iba a frenar. Ni tan sólo la falta del antebrazo izquierdo. Por que sí, Sarai Gascón nació sin esa extremidad tan importante para nadar. Una circunstancia que la hizo todavía más fuerte. Los que la conocen destacan que es muy trabajadora y con un gran espíritu de superación. Estos valores la llevaron a lograr su primera medalla (de plata) en unos Juegos Paralímpicos. Era el año 2008, en Pekín, y Sarai sólo tenía 15 años. Luego vendrían dos medallas más en Londres 2012, tres platas en Río 2016 y los últimos metales, en los pasados Juegos de Tokio donde logró una plata y un bronce.
Éxito en el agua y también en los estudios. Sarai recuerda que su padre se levantaba a las 5.15 de la mañana para llevarla a entrenar. Madrugar era la única forma de poder combinar los estudios con los entrenamientos hasta que pudo entrenar interna en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Aunque estaba muy centrada en su carrera deportiva, Sarai Gascón también soñaba de niña con ser maestra.
“Desde pequeña siempre me ha encantado la educación, imagino que mi madre me transmitió esa pasión que vi desde bien pequeña en casa ya que ella también era profesora. Es una profesión en la que puedes dar mucho y recibir mucho” nos comenta Sarai.
Con ese objetivo, Sarai ingresó en Vitae para cursar, a distancia, el Ciclo Superior de Animación de Actividades Físicas y Deportivas. Poder conciliar los estudios con su actividad profesional era fundamental para tomar la decisión de dónde estudiar y Vitae cumplía con todos los requisitos que necesitaba.
“Siempre he sido muy consciente de que los estudios son esenciales para mi futuro. Pero soy deportista de élite y a veces es complicado compaginar el día a día de entrenamientos, competiciones y viajes con los estudios. Pero gracias a Vitae, pude hacerlo”.
El reto de la nadadora catalana era realmente difícil y requirió de mucho esfuerzo por su parte. Pero el deporte de élite, confiesa, le ha ayudado a organizarse mejor y a “aprovechar al máximo los entrenamientos y los momentos de estudio.” Gracias a esto, Sarai pudo terminar el ciclo en 2017. La medallista de Terrasa recuerda que
“la época en la que estudié en Vitae coincidió con mi preparación para los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. Ese año fue uno de los más importantes para mi a nivel deportivo. Por eso, mi preparación deportiva requería muchas concentraciones fuera de casa, competiciones y muchas horas de entrenamiento. Gracias a Vitae pude compaginar estudios y deporte, ya que la propuesta de estudios me permitía poder organizarme según mis necesidades y sin un horario rígido al que ceñirme. Incluso viajando no tenía que interrumpir esa formación ni perder el hilo de las clases mientras estuviera fuera, ya que podía llevar mi propio ritmo”.
Sarai confiesa que “fue una etapa muy gratificante en la que aprendí mucho” y por eso, una vez terminado el ciclo quiso seguir formándose y repitiendo el formato que cursó en Vitae: a distancia. Terminó el Grado de Educación Infantil en julio de 2021 y ahora cumple su sueño de ser maestra mientras nada para su nuevo club, la Universidad Católica de Murcia (UCAM). “Gracias a la UCAM, que me ha becado 4 años y a la ayuda de Vitae, estoy haciendo realidad algo que hace años que persigo. Estoy muy agradecida” nos comenta una feliz Sarai.
En la pared de la casa de Emilio sólo queda una medalla por colgar: la de oro en unos Juegos Paralímpicos. Esto ha sido lo único que se le ha resistido hasta ahora. De momento se ve con fuerzas para intentarlo de nuevo en París 2024. No lo descarten. Sarai Gascón nos ha demostrado que es un ejemplo a seguir para todos aquellos que quieren cumplir sus sueños aunque la vida les ponga obstáculos.