LA ESCUCHA ACTIVA

¿Qué es lo que nos mueve a comportarnos de una determinada manera?

Muchas veces, en nuestra rutina diaria, nos dejamos llevar por la inercia y llevamos a cabo determinadas acciones sin un propósito claro. Por eso la motivación es un factor clave no solo en cuestiones excepcionales o en situaciones que comportan un gran esfuerzo, sino en nuestro día a día.

Te ponemos un ejemplo rápido: Es invierno. Son las 7 de la mañana y suena la alarma… ¿La apago y me levanto, o la pospongo? En el momento en que decides levantarte, hay una motivación.

Pero, ¿qué es la motivación?

Podríamos decir que la motivación es cualquier factor, intrínseco o extrínseco, con capacidad para provocar, extinguir o dirigir una conducta, siguiendo un objetivo o una finalidad determinada.

Así mismo, la motivación puede ser de dos tipos: intrínseca o extrínseca.

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▶️ La motivación extrínseca

La motivación extrínseca depende de los estímulos externos a nosotros. Es decir, cuando lo que nos «motiva» son las consecuencias o el efecto que tendrán nuestras acciones, puesto que recibiremos recompensas externas como dinero, buenas notas, un ascenso…

Ahora bien, los estímulos externos pueden ser tanto positivos como negativos. Es decir, tenemos que saber diferenciar entre los estímulos que nos beneficiarán personalmente y nos ayudarán a crecer, y los que vienen impuestos por la sociedad o nuestro entorno, que no siempre tendrán una justificación moral razonable.

▶️ La motivación intrínseca

La motivación intrínseca depende de nuestros estímulos internos y personales. Dependemos de esta motivación para encontrar nuestros valores y fortalezas subjetivos, que son diferentes para cada uno de nosotros.

Cuando desarrollemos esta motivación nos daremos cuenta que nuestra subjetividad y nuestros valores son lo que realmente necesitamos para conseguir objetivos personales. En este tipo de motivación entran en juego factores como la autoeficacia y la capacidad de autosuperación, de demostrarnos a nosotros mismos de lo que somos capaces.

Un claro ejemplo que implica las dos motivaciones hoy en día es el hecho de tener una buena posición de trabajo que nos aporte una buena remuneración: ¿No quiere todo el mundo esto?. Ahora bien, ¿qué tipo de trabajo es? y… ¿será para toda la vida? Pues es aquí cuando interviene claramente la motivación intrínseca, donde nos miramos por dentro, para decidir si aquél trabajo nos motiva de verdad. Quizás… ¿algún trabajo relacionado con el deporte y la actividad física? 

Aun así, a sabiendas de lo que queremos, de lo que nos gusta, siempre tenemos la motivación extrínseca condicionada por nuestro entorno que nos llama a pensar en la remuneración y otros factores externos a nuestra subjetividad.

Desde la Escuela Vitae, recomendamos siempre seguir nuestras motivaciones internas, puesto que son el combustible de nuestro futuro. Ahora bien, también tenemos que analizar la proyección y capacidad del proyecto que queremos sacar de dentro nuestro… Pues, ahora ya sabemos qué toca, ¿no? Continuar estudiando conceptos provechosos y continuar creciendo y valorándonos por dentro, ¡para encontrar verdaderamente qué es aquello que nos motiva y nos mueve de verdad!

Como dijo Thomas Edison:

El Genio es aquél que tiene un 1% de inspiración y un 99% de transpiración.

Esto también nos refleja el hecho que, por mucho que estemos inspirados y encontremos nuestra motivación intrínseca, una de las cosas más importantes se la constancia, el esfuerzo y la mejora diaria.

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La escucha activa La clave para comunicarte con los demás

A veces nos damos cuenta de que, al hablar, a pesar de que estamos transmitiendo un mensaje, nuestro interlocutor no lo está recibiendo como nosotros querríamos; muchas veces, el problema no está en nuestras palabras.

En la comunicación, no solo es importante lo que se dice, sino cómo se dice. Igualmente, por nuestra parte, no solo es cuestión de oír la respuesta de nuestro interlocutor, sino que tenemos que tratar de desarrollar una escucha activa. Esto requiere empatía, sintonizar con la otra persona, mostrar interés, etc.

¿Qué es comunicar?

Comunicar es la acción de hacer partícipe a otro individuo o grupo de los conocimientos propios mediante un código común. En todo proceso de comunicación participa un emisor (quien emite el mensaje) y un receptor (quien lo recibe).

A primera vista, este proceso puede parecer sencillo. Pero, ¿cómo puedo saber si el mensaje que yo quiero transmitir está llegando al receptor de forma adecuada a mi intención? ¿Y cómo puedo confirmar que yo estoy recibiendo correctamente aquello que mi interlocutor me quiere transmitir?

El lenguaje verbal muchas veces puede traicionarnos y hacer que un mensaje no se transmita o no se reciba en su totalidad. Para evitar estos malentendidos en el proceso de comunicación, hay que trabajar habilidades como la escucha activa, que puede resultar clave para garantizar una buena comunicación.

Entender la comunicación desde el punto de vista del que habla

La escucha activa se refiere, tal y como su nombre indica, a escuchar activamente y con plena conciencia y concentración el mensaje que nos están intentando comunicar.

A pesar de que puede parecer que esto es una tarea fácil, este tipo de escucha requiere de un esfuerzo extra de nuestras capacidades cognitivas y empáticas. Hoy en día más que nunca, en medio de la realidad tecnológica y llena de estímulos que nos rodea, es especialmente importante desarrollar la capacidad de focalizar nuestra atención en un mensaje concreto.

➜ Tips para trabajar la escucha activa:

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Señales no verbales:

• Mantener contacto visual con el interlocutor demostrará atención a su mensaje.
• Una postura receptiva (inclinado ligeramente hacia la otra persona)
• Expresiones faciales para mostrar interés: levantar las cejas, sonreír, asentir, fruncir el ceño…

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Señales verbales:

• Palabras de refuerzo para validar el mensaje del hablante, como «está claro», «seguro», «me gusta», «estoy de acuerdo»
• Usar el parafraseo para verificar partes concretas del mensaje: «¿quieres decir que…?», «¿con esto te refieres a…?»
• Hacer preguntas o pedir aclaraciones también puede demostrar al emisor que hemos prestado atención a su discurso. Por ejemplo, «lo podrías repetir?», «qué piensas de…?»

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LA COMUNICACIÓN Y LA MOTIVACIÓN EN EL DEPORTE

Estar motivado es un aspecto clave para aprender y mejorar, para tener confianza y superarnos día a día. Si no tenemos ganas de entrenar, no nos divertimos, se nos hace cuesta arriba ir a la competición del fin de semana…, si no estamos motivados, el nivel de aprendizaje puede caer en picado.

En la Escuela Vitae reforzamos mucho el concepto de la comunicación, puesto que es un aspecto fundamental de nuestro futuro como docentes, amigos/amigas, hermanos/as, familia, etc.

Por eso damos tanta importancia a la escucha activa por parte del emisor. Siempre tenemos que estar activos en la escucha cuando nos dirigimos a nuestros alumnos, clientes o compañeros, puesto que la práctica de esta actividad puede garantizar que logremos nuestros objetivos como comunicadores.

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¿Cómo puede ayudar el entrenador como buen comunicador?

Los conocimientos de técnica, táctica y la experiencia del coach, evidentemente son importantes. Pero la forma de comunicarse con su equipo es fundamental para mejorar el rendimiento. La comunicación no consiste solamente en dar información, tiene que haber una una interacción entre las partes.

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IMPLICAR al jugador con preguntas. Del 0 al 10…

• ¿Cómo estás hoy?
• ¿Cuál crees que ha sido el error?
• ¿Qué crees que has aprendido hoy?
• ¿Cómo lo podemos mejorar?

COMPARAR con lo qué puede llegar a hacer UNO MISMO, según sus capacidades, no las de nadie más.

PERSONALIZAR. No todos somos iguales, ni necesitamos las mismas cosas.

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DOSIFICAR la información.

• Número de instrucciones.
• Cuántas veces.
• Con qué tono.

REFUERZO POSITIVO para trabajar la confianza → motivación.

• Sustituir el NO por prueba a hacerlo de esta otra manera.
• Encontrar el equilibrio entre corregir y felicitar, para no provocar la frustración.

Como compañeros…

También es muy importante encontrar la química y la confianza que nos haga ser un buen equipo. La comunicación es un aspecto fundamental a la hora de trabajar en grupo, ¡sé positivo e inspirarás a todo el equipo!

No caigas en el error de creerte mejor que nadie, y no aproveches justo después de hacer tu primera intervención para pensar cuál será tu segunda aportación al grupo o clase. Utiliza tu tiempo para escuchar también la opinión de los demás (a favor o en contra de la tuya), sus gestos y sus inquietudes. Porque es entonces cuando verdaderamente te convertirás en un gran comunicador, y siempre estarás preparado para tus futuros espectadores.

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No preguntes qué puede hacer el equipo por ti. Pregunta qué puedes hacer tú por el equipo. Magic Johnson.

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Alfred Cano «Bipo»
Docente Deportes Emergentes en Escuela Vitae Les Corts, Sant Andreu y Cerdanyola

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Profesional del downhill, freeride, techsliding y slalom
Responsable Skateboarding en la Federación Catalana de Patinaje
Director Técnico Long School