Mar Franco | Profesora de la Escuela Vitae Cerdanyola y Coordinadora Pedagógica del Grado Superior en Condicionamiento Físico
¿Qué pasa si nos hacemos un esguince, o peor, si nos fracturamos algún hueso durante el confinamiento?
¿Podemos inmovilizar un parte del cuerpo con material que tenemos por casa?
Esta última evaluación, en la asignatura de Primeros Auxilios, estamos viendo cómo inmovilizar partes del cuerpo con material de fortuna, es decir, con material que no está específicamente diseñado para esta función y que podemos encontrar en el medio natural, en una escuela e ¡incluso en casa!
¿Qué funciones tienen estas inmovilizaciones?
La principal función es reducir la movilidad de la zona lesionada para disminuir el dolor de la víctima y posibles daños producidos por la dicha movilidad.
Evidentemente, si tenemos un hospital o centro de salud cercano, esta inmovilización no es tan necesaria, o no deberá ser tan estable, ya que la víctima será atendida en un breve periodo de tiempo.
Pero, ¿qué pasa si el accidente ocurre en medio de la montaña, o en un lugar deportivo lejano a un centro de salud? O, en relación a la situación que estamos viviendo ¿qué pasa si nos ocurre en casa y la atención sanitaria puede tardar en llegar?
En este caso, ¡podemos hacer una inmovilización con material de fortuna hasta la llegada de los servicios médicos o el traslado a un centro sanitario!
¿Cómo hacemos una inmovilización con material de fortuna en caso de emergencia?
Debemos tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de hacer este tipo de inmovilizaciones:
1. Siempre que sea posible, debemos inmovilizar una articulación por encima y por debajo de la zona afectada.
2. Debemos procurar que a los materiales de «fortuna» no tengan contacto directamente con la piel de la víctima, sobre todo si son irregulares. Por ello, colocaremos entre estos y el miembro lesionado: ropa, celulosa o también podemos envolverlos con toallas o material del que dispongamos.
3. Es importante que los elementos que utilizamos para sujetar las férulas sean de materiales anchos, mejor tejidos (frondas, cinturones) que cordeles. Y en ningún caso atarlos directamente sobre la parte afectada.
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¿Qué necesitamos?
Dependerá de la inmovilización que vayamos a realizar, pero con un par de palos (por ejemplo, de escoba), unas toallas, cinturones, pañuelos y una pizca de imaginación ¡podemos ayudar a personas que nos necesiten!
Aquí dejamos un ejemplo de una inmovilización en caso de lesión en tibia o peroné:
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